Ponencia 1° Congreso de Cs. Ss. UNVM

Línea temática 7: Conocimiento y educación en el siglo XXI: Desafíos y contextos diversos.

Autoras:

-Candelaria Magliano

-María Victoria Araujo

Título:

Apología del des-borde.

Por espacios académicos capaces de trascender sus propias fronteras.

Apología del des-borde (Ponencia). Por espacios académicos capaces de trascender sus propias fronteras. Línea temática: Conocimiento y educación en el siglo XXI: Desafíos y contextos. Primer Congreso Latinoamericano de Ciencias Sociales de la UNVM 2019 “Articulando diálogos académicos y políticos en las Ciencias Sociales”. Actividad organizada por el Instituto Académico y Pedagógico de Ciencias Sociales de la UNVM. Resolución N°031/2019. Del 10 al 14 de junio de 2019.

Palabras claves: Edu-comunicación; educar la mirada, extensión universitaria, Lic. en Comunicación.

……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..

Propuesta

Des-borde: sustantivación del verbo des-bordar. Algunos sinónimos son: inundar, rebosar, sobrepasar, derramar(se), anegar(se), esparcir(se). Es decir todas sus aplicaciones nos llevan a la idea de exceso y al corrimiento de los límites establecidos.

La comunicación y la información siempre han estado acompañadas por imágenes, aún antes de que se inventara la cámara fotográfica. Sin embargo en los últimos veinte años, el desarrollo de la tecnología digital y su consiguiente masificación ha multiplicado el uso de la fotografía en los más diversos y variados formatos. En este contexto es común que los comunicadores requieran habilidades vinculadas al uso de las imágenes y la fotografía en medios. Frente a esta situación los programas académicos de las carreras de Comunicación –con el fin de aggiornarse y brindar a los estudiantes las herramientas necesarias para su mejor desempeño laboral- incluyen materias y espacios curriculares como “Imagen fotográfica”, “Fotografía periodística”, entre otras. Ahora bien: entre el ver académico y el ver en la vida diaria suele haber una enorme brecha; sucede que muchas veces las herramientas y los conceptos que se usan en los espacios áulicos quedan allí, estancados, incapaces de trascender las cátedras.

Conscientes de la necesidad de tender puentes entre lo académico y lo cotidiano, lo teórico y lo práctico, en la carrera de Comunicación trabajamos desde los espacios curriculares Fotografía Periodística y De la fotografía periodística a la Hiperfotografia en un proyecto que des-borda lo meramente académico y busca generar espacios de encuentro y reflexión a través de fotografías. Así, la ponencia que proponemos busca sistematizar y dar algunas pistas acerca de la necesidad de procurar espacios de mirada colectiva sobre temas que nos interpelan como comunidad y como ciudadanos. Finalmente se describe la experiencia de actividades de extensión desarrolladas en la UNVM: talleres, charlas y el montaje de exposiciones fotográficas que fueron presentadas junto a las otras actividades desarrolladas en los Congresos XX Redcom y 1°Congreso de Ciencias Sociales de la UNVM. En el marco de estas actividades los y las estudiantes de la Carrera de Comunicación han ejercido diversos roles: fotógrafos, editores, críticos, montajistas, etc. Estos ejercicios a caballo entre lo académico y lo laboral, que nos sitúan entre la recepción y la producción (miramos lo que hacen otros, hacemos cosas nuevas, somos en tanto que miramos y hacemos, en una red de verbos que se retroalimentan) y que, por lo tanto, son acciones que claramente se ´salen de cause´, se derraman y fluyen por sobre los bordes de lo meramente académico. Se trata de experiencias reflexivas que buscan in-quietar la mirada, poner el ver en un lugar de

movimiento siempre en pos de la formación de ciudadanos conscientes, capaces de pensar sobre el mundo y pensarse a sí mismos en relación a lo que acontece. De este modo proponer la mirada conjunta, más allá de los límites del aula, se constituye como una nueva forma de saber, de hacer y de estar en el mundo con uno y con los otros.

Sobre las imágenes y las fotografías

Imagen: “… es un hecho comprobado desde hace ya varias decenas de miles de años que las imágenes generan acción y reacción.” Regis Debray, Vida y muerte de la imagen. Historia de la mirada en occidente.

Hay que pensar el cómo se ve y cómo se da a ver en cada época y en cada contexto. Nuestro mirar ilumina algunos aspectos en tanto que otros quedan a oscuras, mostrar es decir, arrojar luz sobre algo y esto implicará necesariamente dejar una zona en sombras. Con el ojo puesto en la historia de la mirada y de las imágenes en occidente, Debray diferencia y describe distintas etapas y/o períodos para las imágenes y sus diferentes usos. En su análisis el autor no las considera según su estilo o tipo, sino que se centra en la forma de ver, las apropiaciones de la mirada, es decir: en cómo se producen las imágenes, con qué fines y cómo impactan en la vida de los que miran (Débray. 1994, p.176). El autor define cada una de estas etapas como mediasferas, cada división sirve para comprender la importancia de las imágenes dentro de cada contexto ideológico y técnico. El criterio de separación entre cada época se da por los medios de creación y transmisión de la imagen.

“Cada una de estas eras dibuja un medio de vida y pensamiento, con estrechas conexiones internas, un ecosistema de la visión y, por lo tanto, un horizonte de expectativa de la mirada (que no espera lo mismo de un Pantocrátor, de un autorretrato y de un clip)” (Débray, 1994, p.176).

Así, cada etapa está sujeta a su propia temporalidad. A grosso modo éstas serían las principales características de cada una de estas eras:

por parte de la comunidad está ligada a un sistema de creencias, no de estética. El epicentro geográfico se ubicaba en Asia

A su vez ninguna mediasfera o etapa clausura definitivamente a la otra, sino que en este momento las tres se superponen, conviven y se tensionan. …“Las tres cesuras mediológicas de la humanidad –escritura, imprenta, audiovisual- dibujan en el tiempo de las imágenes tres continentes distintos: el ídolo, el arte, lo visual. Cada uno tiene sus leyes. Confundirlos es causa de tristezas inútiles” (Debray, 1994, p.175). Así, arribamos al contexto actual que marca un modo de circulación y recepción de las imágenes insertas dentro de la maquinaria de las industrias culturales donde, como corolario, cada vez más se apuesta a lo espectacular y lo hipérbólico. Por lo que, según este planteo estaríamos transitando una era hipermoderna que, según el filósofo y ensayista G.Lipovetsky, comenzó hace unos tres decenios. La misma se caracteriza por la globalización, la desregulación y la multiplicidad de operaciones. En este contexto “Hiper” “no quiere decir belleza perfecta y consumada”, sino que más bien describe una homogeneización de estrategias con fines comerciales que atraviesan e igualan a todos los sectores en torno al consumo. El “capitalismo artístico”, que sigue las lógicas del capitalismo hipermoderno, tiene en su centro capital inmaterial: humano, simbólico, lúdico (Lipovetsky & Serroy, 2015, p.21). Desde otro lugar, geográfico y cultural pero en consonancia con lo anterior Jesús Martín Barbero (Barbero, 2002, p.2) describe cómo en la actualidad hay un des-ordenamiento y un des-centramiento de los saberes; que la revolución tecnológica ha introducido un nuevo modo de relación entre los procesos simbólicos y las formas de producción y distribución de tanto de los bienes

como de los servicios. La llamada “sociedad de la información” ha reemplazado la fuerza muscular y tiene al conocimiento como materia prima. Esto significa que hoy la creación de riqueza depende mucho de capacidades como la innovación, la imaginación, las actividades cooperativas, las competencias emocionales, etc.

La imagen fotográfica, ya sea como oficio y práctica o como producto “que se da a ver y para ver” queda inserta dentro de estas lógicas que moldean las dinámicas de producción y lecturas de la misma. Es en este punto donde las preguntas qué y cómo miramos cobran sentido en todas su dimensiones.

Lo visble. Mirar.

Mirar: “Lo visible ha sido siempre y sigue siendo la principal fuente de nuestro conocimiento del mundo, nos orientamos por lo visible.” John Berger

Para J.Amount (Amount, 1990, p.57) las imágenes son una producción humana que en el fondo tienen la misma función que cualquier otra cosa producida por el hombre: establecer una relación con el entorno. Es decir por a y través de las imágenes percibimos, entendemos y construimos nuestro mundo. Dentro de este contexto de cambios de paradigmas marcado por descentraminetos y deslocalizaciones, para quienes trabajamos con fotografías e imágenes, es fundamental (volver a) preguntarnos sobre estas nuevas formas en los modos de producción y circulación de la fotografía periodística, documental y de autor1 y sus funciones sociales en la actualidad. Los cambios han introducido nuevos regímenes de visibilidad. Así, la imagen que sucesivamente a lo largo de la historia fue asimilada primero al ídolo –y por ello cuestionada como herramienta de manipulación y persuasión, tanto religiosa como política-, luego expulsada del campo del saber y finalmente relegada al terreno del arte, hoy se revela como una herramienta fundamental para articular procesos de conocimiento y comunicación. (Barbero, 2002, p.10) A partir de lo cual se abre todo un abanico de interrogantes que vale la pena explorar: ¿Cómo circula la fotografía y la imagen en una época dominada por la expansión mundial de la economía de mercado?

¿Cómo se posicionan frente a la omnipresencia de la imagen los productores, creadores

1 El documentalismo comparte con la fotografía de prensa el compromiso con la realidad; pero no se encuentra atado necesariamente a la coyuntura noticiosa. Atiende fenómenos estructurales, admite tiempos de producción más amplios, estilos menos rígidos y en cuanto a la difusión y circulación del material, no se limita a la publicación en medios de prensa sino que también se expone en museos, galerías y libros. Espacios, éstos que comparte y disputa con la fotografía de autor o artística.

y difusores que pretenden revindicar el sentido de las mismas? ¿Cómo la utilizan los comunicadores? ¿Cómo devolver el valor a la imagen en medio de la proliferación descontrolada? En este sentido Didi-Huberman2 se pregunta si es posible aún una resistencia a través de las imágenes. En ese caso ¿Qué estrategias serían viables y efectivas en una contienda por el sentido y el contenido con compromiso social?

Un camino posible sería deponer las sospechas que históricamente se han depositado en las imágenes y abrirse a explorar las visualidades que emergen en los nuevos contextos marcados por la omnipresencia tecnológica. Lo que implicaría sumir los riesgos de un viaje hacia una nueva forma de construcción de saberes.

Edu/comunicación y fotografía

Educar: “Quisiera entender educar la mirada no en el sentido de «educare» (educar- enseñar) sino como «e-ducere»: salir, estar afuera, partir.” Jan Maschelein.

Llegados a este punto la propuesta consistiría en establecer vínculos que permitan poner en relación la imagen de hoy -omnipresente, deslocalizada, superproducida, hiperenlazada- con la educación en ámbito de la Carrera de Lic. en Comunicación Social. Aun antes de empezar a diseñar estrategias posibles consideramos conveniente señalar dos aspectos que dificultan esta tarea:

1.-Por un lado nos encontramos con la incapacidad, la negación o el dificultad para a incorporar las imágenes dentro de las aulas, donde la educación sigue girando casi exclusivamente en torno a la palabra. Es llamativo cómo las imágenes son usadas como ilustraciones, adornos o referencias pero siempre subordinadas al texto que “acompañan”. Como si ellas, por sí mismas, carecieran de la capacidad de transmitir saberes y significaciones. De por sí esta propuesta que ignora o minimiza la carga informativa y formativa de las fotografías debería llamarnos la atención, pero esta situación es doblemente paradójica cuando constatamos que nuestros alumnos son nativos digitales que crecen rodeados y atravesados por las imágenes.

2.-Y por otro lado tenemos la persistencia de algunos prejuicios sobre la imagen, sus limitaciones en cuanto a discurso y sus posibilidades en el campo del conocimiento.

2 Georges Didi-Huberman. Historiador del arte, ensayista y curador. Tiene varios libros y artículos en los que reflexiona en torno a la imagen, sus dimensiones políticas, históricas, el vínculo entre arte y memoria, etc.

Con respecto a este punto nos interesa destacar dos de los prejuicios más difundidos que atentan contra el uso de imágenes y/o fotografías en el campo de la educación.

  1. La imagen es polisémica: Uno de los clichés más conocidos en relación a la imagen fotográfica y a la imagen en general consiste en declararla sin más polisémica es decir de múltiples sentidos. En alguna medida es así, hay imágenes sumamente complejas que permiten diversas interpretaciones. Sin embargo cabe aclarar que la posibilidad de muchos sentidos no es sinónimo de infinitos sentidos. La imagen fotográfica se construye a partir de una serie de procedimientos (foco, encuadre, uso del color, elección de las proporciones, entre otros.) cuya función es enfatizar un punto de vista y por lo tanto un sentido de lectura. Si bien los procedimientos usados para la elaboración de fotografías no siempre son fáciles de percibir, éstos existen y ayudan a generar significado en una dirección. Por lo tanto existe un cierto grado de polisemia pero éste se halla acotado por el fotógrafo. Es el receptor quien completa (o no) el sentido de la imagen según sus saberes.
  2. La lectura de la imagen fotográfica es pasiva: Este es otro de los lugares comunes de la imagen es declararla pasiva, de fácil lectura. Al respecto podemos afirmar que del mismo modo en que hay textos verbales más o menos fáciles de leer, existen textos fotográficos más o menos fáciles de mirar. “La lectura de imágenes, ya sean fijas o animadas y en secuencia, moviliza las mismas actividades intelectuales que cualquier lectura, que supone una interacción entre la obra y el lector o espectador: toda una estrategia discursiva que se pone en marcha necesariamente y que pone en juego la intertextualidad, las expectativas y las operaciones mentales de ajuste del destinatario, como la memorización o la anticipación”.3 A su vez Dondis4, en su libro Sintaxis de la imagen parte de la pregunta “¿Cuánto vemos?” para luego examinar los elementos visuales básicos, las estrategias de composición y sus implicancias psicológicas y emocionales. Este interrogante inicial le permite a la autora comenzar a describir un amplio espectro de procesos, actividades y funciones que se ponen en marcha durante la lectura de imágenes.

3JOLY, Martine: La imagen fija. Buenos Aires, Argentina. La Marca, colección Biblioteca de la mirada, 2003. Pág. 99.

4 DONDIS, Donis A.: La sintaxis de la imagen. Introducción al alfabeto visual. Barcelona, España. Gustavo Gili Diseño, 1˚ ed. 18˚ tirada, 2006.

En consonancia con la visión de estos dos autores, podemos afirmar que ver es sinónimo de percibir, descubrir, vislumbrar y reconocer, entre otras actividades. Sucede que generalmente aplicamos estas capacidades casi sin darnos cuenta y sin ser del todo conscientes de que podemos expandir nuestra capacidad de comprender y de elaborar mensajes visuales más complejos. Por tanto constatamos que las imágenes fotográficas pueden ser una fuente de conocimiento y reconocimiento muy rica, que en gran medida su efectividad y su capacidad de conmoción dependen de los conocimientos y del interés del receptor. Ahora bien, del mismo modo en que reconocemos sus posibilidades comunicativas es necesario establecer sus limitaciones. Respecto este tema Georges Didi-Huberman se ha expresado ampliamente. Este autor del libro Imágenes pese a todo. Una memoria visual del holocausto sostiene que con frecuencia “se le pide demasiado o demasiado poco a la imagen”.5 Desde este punto de vista “pedirle demasiado” sería pedirle “toda la verdad”, todo el conocimiento. Y, en ese caso, seremos decepcionados: Las fotografías son fragmentos, jirones de una historia. Un vestigio: “lo que quedó” de un acontecimiento. Pedirles demasiado poco, que no expliquen “nada” (ya que no pueden explicarlo “todo”) sería negarlas y excluirlas del campo histórico por considerárselas inapropiadas/inadecuadas como representación y descripción de su objeto. Generalmente sufrimos una decepción cuando comprobamos que la fotografía es sólo un retazo limitado por su propio material, pero si insistimos en mirarlo a pesar de ello, puede cambiar completamente nuestra percepción sobre lo mirado y convertirse en una invitación prestar atención, a reflexionar, preguntarse por las condiciones que la hicieron posible. La fotografía se convierte, entonces, en una apertura al saber. “Para el que quiere saber, especialmente el que quiere saber cómo, el saber no ofrece ni un milagro ni un respiro. Es un saber sin fin: una interminable aproximación al acontecimiento, y no su captura desvelada (…) nos trastorna cada vez que un testimonio es escuchado a través de sus silencios, cada vez que un documento es mirado a través de sus propias lagunas. He aquí por qué, para saber, también es necesario imaginar” 6

5 DIDI-HUBERMAN, Georges: Imágenes pese a todo. Memoria visual del holocausto. Barcelona, España. Paidós, 2004. Pág. 59.

6 DIDI-HUBERMAN, Georges: Ibid.Pág. 130

Experiencias. In-quietar la mirada y el camino del hacer.

“La fotografía podría ser esa tenue luz que modestamente nos ayudará a cambiar las cosas”. W. Eugene Smith

En consonancia con lo todo lo expresado desde los espacios curriculares Fotografía Periodística y De la fotografía periodística a la Hiperfotografia, ambas dictadas dentro de la carrera de la Lic. en Comunicación Social, venimos desarrollando junto a la Secretaría de Extensión diversas actividades que buscan acortar la distancia entre el ver cotidiano y el ver académico: Todos los años los/las estudiantes cierran el cuatrimestre con una muestra de sus trabajos; lo que permite completar un proceso de reflexión y producción en torno a la imagen, compartir lo aprendido, ponerlo en perspectiva, etc. En el año 2015, en mayo, se llevó a cabo en el Campus de la UNVM una foto-instalación llamada PUNTO! La misma se desarrolló en el marco del Encuentro de Jóvenes contra la Violencia y la Esclavitud, y se buscó trabajar con los potenciales movilizadores del arte y la fotografía en problemáticas socio-culturales, como las diversas formas de violencia y dominación. Durante la misma se invitaba a los asistentes al Encuentro a sacarse una foto y “poner el cuerpo” en adhesión a una campaña artístico- performática por la erradicación de la violencia y en favor de la construcción colectiva de una cultura de paz.

Grupo de Imágenes (1): Logo de la acción, las alumnas que participaron del proyecto y una foto de una de las participantes.

En el CRES (Centro Regional de Educación Superior San Francisco), año 2016, se llevó a cabo un Taller de autorretrato junto del 6to año del Colegio Secundario Pascual Bailón Sosa, tuvo como ejes de trabajo el retrato, el autorretrato y la mirada dirigida hacia los demás y hacia uno mismo. La actividad se realizó a lo largo de tres jornadas, donde los alumnos de los dos niveles trabajaron de manera conjunta. La experiencia se propuso como un espacio apto para generar una instancia de reflexión conjunta y participativa en torno al retrato y al autorretrato como prácticas masivas que construyen identidad partiendo de un sub-género que es la selfie, práctica muy masiva en esta franja etaria, aunque es justo reconocer que atraviesa prácticamente todas las generaciones. Otro de los objetivos propuestos consistió en fomentar, a partir de esta experiencia, la consolidación de conocimientos por parte de los alumnos que concurren a la universidad y la posibilidad de compartir saberes adquiridos y experiencias con la comunidad escolar.

Grupo de Imágenes (2): Autorretrato de A.Durero (ca.1500); Alumna frente a una proyección de un autorretrato de F.Khalo

En el año 2018, también en la sede de San Francisco se realizó una actividad de Extensión, también en el marco del espacio curricular optativo de la Lic. en Comunicación Social, “De la fotografía periodística a la hiperfotografía”. Ésta tuvo como eje de reflexión procesos de toma de conciencia sobre la problemática de la violencia y la necesidad de trabajar para alcanzar la equidad de género. En el taller, titulado “Para ver y vernos a través de las fotografías” se trabajaron imágenes publicitarias y la construcción de valores y estereotipos.

Grupo de imágenes (3): Arriba: Acciones de Celeste Barber que cuestionan los modelos femeninos difundidos a través de la publicidad; abajo: ensayo fotográfico de María José García Piaggio, en el que explora la incidencia y la apropiación de estereotipos femeninos en niñas.

Finalmente, también en el año 2018, se propuso -por primera vez- convocar una muestra de fotografía documental y periodística en el marco las actividades del XX° Congreso de REDCOM, un encuentro nacional de carreras de Comunicación Social que se realiza anualmente. Éste fue también el Iº Congreso Latinoamericano de Comunicación de la UNVM, denominado: “Comunicaciones, poderes y tecnologías: de territorios locales a territorios globales”. Desarrollado en el mes de octubre, en el campus de la Universidad, además de las actividades habituales tales como conferencias, mesas con ponencias y presentación de investigaciones, se expusieron dos grandes muestras fotográficas: “Os guaraní mbyá”, propuesta por el Centro de Estudios e Investigación en Comunicación y Cultura (UNR) y la muestra “Vemos, luego existimos”.

La muestra “Os guaraní mbyá” reunió un conjunto de fotografías realizadas por Vherá Poty y Danilo Christidis a lo largo de la última década que revelan la cosmovisión de un pueblo milenario que en la actualidad constituye una de las comunidades indígenas más numerosas de Brasil y cuyo territorio también se extiende en algunas zonas de Paraguay, Argentina y Uruguay.

En tanto que la muestra propuesta por la UNVM fue resultado de una convocatoria a diversos fotoperiodistas y fotógrafos documentales que habían realizado coberturas y ensayos sobre temas que se debatieron en el Congreso: ampliación de derechos, conflictos y tensiones sociales, el registro de patrimonio cultural inmaterial, entre otros. Los fotógrafos convocados fueron : Sebastián Salguero, Leonardo Luna, Sandra Dillon, Natalia Roca, Leo Vaca y Julio Audisio, quienes, a través de sus trabajos. Así mismo también se expusieron trabajos elaborados por alumnos de ambas sedes donde se dicta la carrera (UNVM y CUSF).

Grupo de imágenes (4): Registro muestra fotográfica XX° Congreso de REDCOM, en el Hall de los Institutos, campus UNVM, Villa María.

Este año, 2019, volvemos a insistir: Así, por segundo año consecutivo proponemos una exposición fotográfica en el marco de un Congreso; en este caso se trata de la 1ᵃ Muestra de la Asociación de Reporteros Gráficos Argentina (ARGRA) – Córdoba, organizada y curada a fines del año 2018 y de la cual participaron 35 fotógrafos de toda la provincia. A lo largo del cuatrimestre los alumnos de ambas sedes trabajaron ese corpus de imágenes, hicieron su propia selección, armaron nuevos recorridos, completaron y/o tensaron los circuitos de sentido. En algunos casos trabajaron con el concepto de montaje desarrollado por Didi-Huberman, quien afirma que el efecto de un buen montaje es

“…establecer una relación crítica entre la imagen y la palabra, que ayuda a ambas a escapar de la cadena de estereotipos. Mediante el montaje, dos imágenes que no estaban relacionadas asumen una posición diferente y así se propicia una mirada crítica”. (Savater, 2010, Entrevista a Didi- Huberman. Recuperado de https://blogs.publico.es/fueradelugar/183/las- imagenes-son-un-espacio-de-lucha)

Grupo de imágenes (5): Autores: Arriba izq.: Marcelo Suppo; arriba der.: Gabriela Lescano; abajo izq.: Nicolás Bravo; abajo der. Nicolás Aguilera. Cortesía ARGRA-CÓRDOBA.

Ejercicios para arribar a nuevos sentidos a partir de fotografías que integraron la muestra ARGRA- Córdoba, 2018 y textos, en este caso definiciones del diccionario.

En tanto que otro grupo de alumnos, interpelados por estos discursos visuales, se contactaron con fotógrafos y realizaron entrevistas y notas en profundidad, en tanto que otro grupo de alumnos eligió hacer sus propios ensayos fotográficos. En todo momento se buscó propiciar una relación activa y crítica del discurso visual. Que éste no fuera un techo, sino un punto de partida o, mejor aún, un puente.

Justificación y pertinencia

Ver: “Ver altera aquello que es visto, pero también a quien lo mira. Ver es una metamorfosis, no un mecanismo” James Elkins.

En una era atravesada por el uso de imágenes fundamentalmente publicitarias, estereotipadas y modelizadoras del pensamiento… ¿Se puede intentar aún una resistencia a través de fotógrafías? ¿Pueden éstas ser un vehículo de comunicación, una apertura al saber sentipensante que nos convoque de manera colectiva? En la Universidad Nacional de Villa María pensamos que sí. Y las propuestas trabajadas van en ese sentido: ampliar los espacios y las formas de reflexión acerca de los temas que como sociedad nos atraviesan, rescatando el poder de compromiso y movilización de la imagen. Porque una -o muchas- fotografías son más que un elemento visual puramente icónico. Más que una que una huella de luz devenida en imagen. Más, incluso, que elementos del mundo codificados técnica, cultural y estéticamente. Son todo eso y son, también, una práctica social que las produce y las inscribe en un marco social particular. Es decir: la imagen fotográfica juega un rol importante en la transmisión, conservación y visualización de las actividades políticas, sociales, científicas o culturales de la humanidad. Incluir, por caso, una exposición fotográfica que contemple algunos de los ejes temáticos del Congreso, que muestre las producciones de fotógrafos diversos y las creaciones de los alumnos sobre temas que los atraviesan a los largo de su formación académica es más que “poner fotos”; es una invitación a prestar atención, a reflexionar, a preguntarnos por las condiciones que hicieron las posible desde un lugar que combina razones y emociones.

Conclusiones. Apología del des-borde

Así, frente a una realidad compleja, atravesada por una concentración de medios, del poder y de la palabra, donde predomina un “decir” y una agenda impuesta muchas veces por un capital cada vez más des-territorializado, anónimo, híbrido, mediatizado, cada vez más complejo, que trae como consecuencias la uniformización del gusto y la explosión de la imagen-espectáculo, es necesario rescatar la dimensión colectiva y solidaria de la comunicación visual y de un hacer y un contar a través de fotografías comprometido con un acá y un ahora. Necesitamos imágenes que nos ayuden a ver (nos); que nos inviten a pensar(nos). Pero para que no sea un ver-pasivo debemos poner en juego actividades, es decir, modos de ver que habiliten reflexión, la apropiación y la

intervención de estos discursos ya sea a través de la edición y selección de textos, la discusión sobre lo que vemos, entre otras posibilidades. De este modo la mirada conjunta se convierte en una apertura al saber. Debemos educar la mirada. Y esto, frente a una tradición centrada en la palabra y el libro como dispositivo principal del saber, implica muchas veces salirse de lo normado, salirse de cauce.

Todas estas operaciones muchas veces des-bordan los tiempos y los contenidos de una currícula y para su concreción requieren acuerdos, coordinación y una voluntad de ampliar el espacio estrictamente académico. De hecho, en todos los casos mencionados se contó con el apoyo del Equipo de Coordinación de la carrera de Lic. en Comunicación Social, del Instituto Académico Pedagógico de la UNVM y de la Secretaría de Extensión. Y esto fue posible porque se coincide y se acuerda que la educación no puede ser letra quieta, saber sacralizado, la formación debe estar permeada por todos esos discursos -visuales o no- que hablan de nosotros, de temas y situaciones que nos atraviesan, que nos interpelan.

Des-bordar la cátedra, la currícula, la academia es una forma concreta y palpable de habilitar nuevas formas de saber y del hacer. Si eso, además sucede de manera colectiva y creativa, utilizando los potenciales movilizadores del arte y de la imagen: tanto mejor.

Bibliografía

-Amount, J: (1990) La imagen. Barcelona: Paidós Comunicación

-Barbero, J.M: (2003) La educación desde la comunicación. Bogotá: Grupo Editorial Norma.

-Berger, J.: (1998) Mirar. Buenos Aires: Ediciones La Flor.

-Debray, R.: (1994) Vida y muerte de la imagen. Historia de la mirada en Occidente, Barcelona: Paidós Comunicación.

-Dondis, D.A.: (2006) La sintaxis de la imagen. Introducción al alfabeto visual. Barcelona: Gustavo Gili Diseño.

-Joly, M: (2003) La imagen fija. Buenos Aires: La Marca, colección Biblioteca de la mirada.

– Lipovetsky, G y Serroy J., (2015) La estetización del mundo. Vivir en la época del capitalismo artístico. Buenos Aires: Anagrama.

-Ritchin, F., (2010) Después de la fotografía. México: Serieve. Fundación Televisa.

Artículos y entrevistas:

Fernández-Savater, A. (2010) Entrevista a Georges Didi-Huberman “Las imágenes son un espacio de lucha”. Recuperado de: https://blogs.publico.es/fueradelugar/183/las- imagenes-son-un-espacio-de-lucha